¿CÓMO SE REALIZA?
En primera instancia el paciente debe llevar a cabo micción con vejiga llena en el dispositivo computarizado y se le cuantifica el flujo urinario libre. Es decir, la cantidad de orina que desocupa por unidad de tiempo. Luego de colocar bajo anestesia de lidocaína jalea a través de la uretra una pequeña sonda, así como a través del recto otra, el paciente toma asiento y se le llena la vejiga con una infusión de suero estéril. Durante este proceso se le pide el favor que haga periódicamente maniobras de tos (valsalva) con el objetivo de determinar la adecuada posición de las sondas y la presencia de incontinencia urinaria de esfuerzo. Posteriormente, se le solicita que orine en el instrumento recolector y el computador contempla las presiones que ejerce la pared vesical en la micción.
¿QUÉ REQUISITOS REQUIERE?
En esencia y en la gran mayoría de los casos, no se requiere mayor preparación para este procedimiento. Como se lleva a cabo bajo anestesia local, no necesita ayuno. El paciente debe acudir con ropa cómoda y fácil de retirar, así como acompañado de un familiar que también pueda recibir la información del resultado.
Basado en las indicaciones de las más recientes publicaciones y guías de las sociedades internacionales de urología, la gran mayoría de los pacientes no ameritan la realización de urocultivo previo al procedimiento. La excepción, es decir debe tenerse este examen previo al examen, es en pacientes que han sufrido de infección urinaria reciente, han recibido algún tipo de cirugía de su tracto urinario, sufren de inmunosupresión (antecedente de trasplante de órgano alguno), presentan enfermedad neurológica o tienen puesta sonda uretral. Todos estos últimos casos ameritan de una dosis de antibiótico profiláctico (preventivo) antes de realizar el estudio.
¿EXISTE ALGUNA RAZÓN (CONTRAINDICACIÓN) PARA NO REALIZARLA?
Sí. En pacientes que cursan con infección urinaria alta o baja (fiebre mayor a 38º, dolor abdominal, orina fétida, molestias urinarias) no se recomienda practicar el estudio sino hasta que haya sido tratada dicha patología.
¿CUÁLES SON LOS CUIDADOS POSTERIORES?
Este procedimiento es relativamente de muy buena evolución. El paciente suele cursar por uno o dos días con ardor para orinar y algo de orina sanguinolenta, que remiten espontáneamente. La dieta no sufre cambios una vez el paciente retorne a su casa y la vida normal se asume usual al día siguiente. Así también, deberá ingerir líquidos de manera generosa con el fin de que aumente el volumen de orina y las molestias desaparezcan paulatinamente.