¿QUÉ ES LA URODINAMIA?

Es un procedimiento diagnóstico que consiste en colocar una sonda de pequeño tamaño por la uretra y otra por el recto, y orinar en un dispositivo conectado a un programa computarizado. El propósito es evaluar las presiones a las cuales se llena y se evacúa la vejiga y verificar la funcionalidad de la vejiga. Es un método muy sencillo de realizar en manos experimentadas y sin mayores percances posteriores. 

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    ¿POR QUÉ SE REALIZA LA URODINAMIA?

    Las indicaciones médicas por la que se realiza este procedimiento, son:

    • Incontinencia urinaria en hombres y mujeres. El escape involuntario de orina puede ser causado por problemas de excesiva contractilidad de las paredes de la vejiga, así como también por disminución de la presión de fuerza de los mecanismo esfinterianos
    • Sospecha de vejiga hiperactiva. Es una enfermedad de origen idiopático o neurogénico. Consiste en que el músculo de la vejiga se contrae prematuramente cuando apenas esta tiene algo de volumen en su interior y fuerza al paciente a ir al baño a orinar.
    • Sospecha de alteraciones de la adaptabilidad (compliance) de la vejiga. En trastornos inflamatorios crónicos, pacientes usuarios crónicos de sonda o posterior a radioterapia pélvica puede presentarse que la pared de este órgano se vuelva rígida y no sea capaz de almacenar el contenido urinario a bajas presiones.
    • Sospecha de alteraciones de la sensibilidad vesical. Puede existir pacientes que sufran de vejiga hipersensible o, por otro lado, pérdida de la sensibilidad. Secundario a trastornos inflamatorios crónicos, radioterapia, diabetes mellitus o problemas neurológicos.
    • Sospecha de alteraciones de la contractilidad de la pared vesical. En enfermedades obstructivas del tracto de salida vesical (como el crecimiento prostático o estrechez uretral en varones, y en mujeres después de procedimientos quirúrgicos bajo la uretra) y en condiciones que hacen deteriorar la fuerza con que la vejiga desocupa su volumen (enfermedades neurológicas, diabetes mellitus, enfermedades crónicas) amerita confirmar esta situación.
    • Alteraciones neurológicas que hagan sospechar incoordinación entre las contracciones de la vejiga y la función del esfínter uretral externo. Como en pacientes con secuelas de trauma raquimedular, mielomeningocele, tumores medulares, etc.

    ¿QUÉ SÍNTOMAS SON DE ALARMA LUEGO DEL PROCEDIMIENTO?

    En esencia en caso de que el paciente desarrolle obstrucción urinaria aguda (retención urinaria), es decir que no pueda orinar ni una sola gota, o en caso de que presente fiebre mayor a 38 grados con termómetro, debe comunicarse con su urólogo tratante.

    ¿QUÉ DEBE HACER EL PACIENTE CON EL RESULTADO?

    Ya con el reporte del estudio, el paciente debe solicitar su cita de control con su urólogo tratante y recibir instrucciones así como conducta definitiva de su caso.

    ¿CÓMO SE REALIZA?

    En primera instancia el paciente debe llevar a cabo micción con vejiga llena en el dispositivo computarizado y se le cuantifica el flujo urinario libre. Es decir, la cantidad de orina que desocupa por unidad de tiempo. Luego de colocar bajo anestesia de lidocaína jalea a través de la uretra una pequeña sonda, así como a través del recto otra, el paciente toma asiento y se le llena la vejiga con una infusión de suero estéril. Durante este proceso se le pide el favor que haga periódicamente maniobras de tos (valsalva) con el objetivo de determinar la adecuada posición de las sondas y la presencia de incontinencia urinaria de esfuerzo. Posteriormente, se le solicita que orine en el instrumento recolector y el computador contempla las presiones que ejerce la pared vesical en la micción.

    ¿QUÉ REQUISITOS REQUIERE?

    En esencia y en la gran mayoría de los casos, no se requiere mayor preparación para este procedimiento. Como se lleva a cabo bajo anestesia local, no necesita ayuno. El paciente debe acudir con ropa cómoda y fácil de retirar, así como acompañado de un familiar que también pueda recibir la información del resultado.

    Basado en las indicaciones de las más recientes publicaciones y guías de las sociedades internacionales de urología, la gran mayoría de los pacientes no ameritan la realización de urocultivo previo al procedimiento. La excepción, es decir debe tenerse este examen previo al examen, es en pacientes que han sufrido de infección urinaria reciente, han recibido algún tipo de cirugía de su tracto urinario, sufren de inmunosupresión (antecedente de trasplante de órgano alguno), presentan enfermedad neurológica o tienen puesta sonda uretral. Todos estos últimos casos ameritan de una dosis de antibiótico profiláctico (preventivo) antes de realizar el estudio.

    ¿EXISTE ALGUNA RAZÓN (CONTRAINDICACIÓN) PARA NO REALIZARLA?

    Sí. En pacientes que cursan con infección urinaria alta o baja (fiebre mayor a 38º, dolor abdominal, orina fétida, molestias urinarias) no se recomienda practicar el estudio sino hasta que haya sido tratada dicha patología.

    ¿CUÁLES SON LOS CUIDADOS POSTERIORES?

    Este procedimiento es relativamente de muy buena evolución. El paciente suele cursar por uno o dos días con ardor para orinar y algo de orina sanguinolenta, que remiten espontáneamente. La dieta no sufre cambios una vez el paciente retorne a su casa y la vida normal se asume usual al día siguiente. Así también, deberá ingerir líquidos de manera generosa con el fin de que aumente el volumen de orina y las molestias desaparezcan paulatinamente.

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